El proyecto busca hacer frente tanto a los condicionamientos de la parcela como a los climáticos. Obligados por la normativa a situar la vivienda en la franja central de una pequeña parcela, el edificio puede abrirse completamente para que la planta baja pase a formar parte del jardín, uniendo, de este modo, los jardines delantero y posterior en un gran espacio que abarca toda la parcela. Se consigue así aprovechar al máximo el reducido espacio disponible.
Por otro lado, el pueblo de Oteruelo se encuentra ubicado en la sierra de Madrid, y los inviernos aquí son muy duros. Por esta razón se decide que, si bien es preciso que la casa se abra para aprovechar el jardín en planta baja, disfrutar de las vistas en las plantas altas y permitir que el sol la caliente, que es, asimismo, necesario que se pueda proteger perfectamente contra el frío. Para ello se disponen una serie de contraventanas practicables provistas de aislamiento que protegen completamente el edificio. Con el mismo criterio se plantea la estructura de madera para evitar la aparición de puentes térmicos.