La reforma realizada busca la mejora de las condiciones de confort y salubridad de la vivienda (la construcción apenas contaba con aislamiento y presentaba numerosas humedades), así como dotarla de luz natural, puesto que la casa en su estado previo tan sólo contaba con unos pequeños huecos dispuestos en su fachada sur, la única en la que pueden abrirse huecos, lo que dejaba sumida en la penumbra a la práctica totalidad de las dependencias.
Para solventar el problema de confort y salubridad se impermeabilizan y drenan adecuadamente los muros de la casa, se instala un suelo radiante en planta baja (aprovechando para aislar la solera) y se mejora el forjado de planta primera. En relación a la iluminación natural, se abren mayores huecos en la fachada sur y se redistribuye la planta baja y parte de la planta primera para situar la escalera al fondo de la vivienda, allí donde no se pueden abrir huecos, e introducir así a través de ella la luz que entra por un nuevo lucernario en la cubierta. Mediante esta actuación, se pretende equilibrar la luz en la vivienda al jugar con dos fuentes de luz, una en la fachada sur y otra en cubierta, pero que nos sirve para iluminar el fondo norte de la vivienda.